En un colegio los niños no solo aprenden a leer y contar, sino también a relacionarse. Un lugar en el que los más pequeños comienzan a tener sus primeros amigos y a hablar con adultos que no son sus padres. Pero cada persona es un mundo y es posible que tu hijo o tu hija no quiera ser amigo de otro. ¿Qué debería hacer?

En primer lugar, tendríamos que saber las razones por las que el pequeño no le guste ese otro niño, ya que quizás le ande molestando con el único fin de llamar la atención. La psicoterapeuta Andrea Nair explica en el diario estadounidense New York Times que lo mejor es dejar que los pequeños aprendan a manejar tales situaciones.

No debemos entrometernos, pero sí echarles una mano. ¿Cómo? Pensando con él en las distintas soluciones para cada tipo de situaciones en las que nuestro hijo o hija se encuentre con ese compañero.

Por ejemplo, es posible que el pequeño baje la vista cuando se cruce con él, le dé la espalda o no lo mire directamente a los ojos para evitar así decirle que no quiere ser su amigo. Pero si tal compañero le habla y no tiene posibilidad de marcharse puede aprender a escuchar y no dialogar, respondiendo con un simple ‘mmm’.