A pesar de que, con la primavera, disfrutamos de días más luminosos y algo más cálidos, los cambios de temperatura pueden afectar a nuestros pequeños, causándoles un posible catarro o que terminen pillando algún virus. Y cuando ello ocurre, los padres acabamos haciéndonos la misma pregunta: ¿debe mi hijo ir al colegio?

Una pregunta que, por cierto, tiene bastante sentido. Por un lado, no queremos que nuestros pequeños se sientan peor y, por el otro, no deseamos que sea nuestro hijo o hija el responsable o la responsable del contagio de sus compañeros de clase.

No existe ninguna lista oficial de enfermedades que indiquen a los padres cuándo deben o no llevar al pequeño al colegio, de ahí que la respuesta la tengan los pediatras. En una entrevista a ABC, la pediatra Susana Ares recomendaba que los niños se quedaran en casa cuando no pueden seguir fácilmente las actividades de clase y cuando necesite más atención que la que le puedan proporcionar los profesores.

Aún así, hay ciertos síntomas que muestran a los padres que los pequeños deben quedarse en cama, como la fiebre, los vómitos o la diarrea.

En cualquier caso, también resulta conveniente enseñar a nuestros hijos que se puede estar cómodo sintiéndonos incómodos. Esto es, en palabras de la psicóloga estadounidense Angela Duckworth, que los pequeños deben aprender a seguir con las actividades, a pesar de un resfriado o un dolor de cabeza.